miércoles, 24 de julio de 2024

Los inicios de las aventuras en los juegos de rol.

 Hemos vuelto a retomar el tema del rol y hemos jugado la primera sesión de la Tumba de la Aniquilación, aventura mítica de D&D.

Después de jugar la primera sesión y volviendo a casa en el coche estuve dándole vueltas a la introducción. En mi opinión una mierda sin sentido. Sin hacer spoiler (como si esto lo leyese alguien) en Faerún la magia divina que permite la resurrección no funciona y los que alguna vez han sido resucitados empiezan a enfermar hasta que mueren. Un PNJ de nivel alto, muy alto, antigua aventurera, muy rica y poderosa, empieza a enfermar por haber sido resucitada una vez. ¿Dónde está el problema? En que ese PNJ no tiene una idea mejor que recurrir a unos parguelas de nivel 1 (los PJ´s) para que descubran que pasa y lo solucionen. Vamos a ver alma de cántaro, si yo fuese un tío que al lanzar bolas de fuego tirase el máximo de d6 y mi vida estuviese en juego y no pudiese ir de aventuras a buscar la solución a mi problema, buscaría gente más capacitada y no a mindundis de nivel 1. Sobre todo si tengo pasta gansa para contratar a quien quiera. A no ser que el la aventura dé un giro espectacular rollo Sospechosos habituales, es un total sinsentido.

Esto no es solo cosa de esta aventura, en general los argumentos y sobre todo las introducciones suelen penosas en todas las aventuras, especialmente en D&D.

Para mí una buena introducción a una aventura es la que involucra de manera directa y coherente a los personajes. No concibo que nadie en su sano juicio, por muy aventurero que sea, decida partir a recorrer el mundo o jugarse la vida si no le va en ello el honor, el amor de un ser querido, la promesa de riquezas o algo parecido. Por eso es tan importante el trasfondo de los PJ´s como fuente de ideas y motivaciones.

En otro momento hablaré de lo malas que son las aventuras de los juegos de rol, con argumentos e historias casi pueriles. Pero esos será en otro momento.

BEEKEEPER.

 Si tuviese que dar mi veredicto sobre esta película en una palabra, sería mierda. Si fuese en dos sería puta mierda. Y digo veredicto que no opinión porque la última película de Jason Statham  es un crimen y como tal hay que juzgarlo y dictar sentencia.

Las noches frente al televisor de las últimas semanas las hemos ocupado revisionando Juego de Tronos. Qué maravilla de serie y que cabrón es Martin por no terminar la saga y negarse a que nadie lo haga a su muerte. Espero que algún heredero o ejecutivo de su editorial se pase por el forro ésta su última voluntad y dé carta blanca al Sanderson de turno para que finalice las aventuras en los 7 reinos. Como decía hemos estado viendo JdT hasta la sexta temporada y mientras veía como agenciarme las dos últimas hemos empezado ver cosas de las que teníamos en favoritos de las distintas plataformas de streaming.

Y una de ellas es la última película del calvo mazao más inexpresivo de Occidente. Partamos de la base de que las películas de Statham me gustan en general. No soy un estudioso de su filmografía ni mucho menos, pero casi todas sus películas tienen el mismo patrón, un tío con menos registros interpretativos que un picaporte que reparte ostias como panes. Definitivamente es mi rollo. No me importa que los argumentos sean planos, que siempre sea un ex militar, agente secreto, asesino o cualquier otra profesión en la que se reparte cariño, o sea, que sea siempre lo mismo. Pues con lo fácil que habría sido repetir por enésima vez lo que siempre funcionan, a David Ayer y Kurt Wimmer, director y guionista respectivamente de este bodrio, se les ocurre querer ser originales y dar un transfondo más cool a nuestro héroe. Un super agente secreto asesino perteneciente a una organización con inspiración apícola, que tras el asesinato de una paisana a la que le vendía miel, se embarca en una carrera de venganza, muerte y destrucción. El guión un desasatre (momentos intensivitos sin motivo aparente), personajes malos no, lo siguiente (solo se salva Jeremy Irons, que supongo que tendría que pagar alguna letra dela hipoteca de la mansión como le ocurrió con Dungeons & Dragons)

En contra posición tenemos la nueva de Super Detective en Hollywood. 40 años después de la primera aparición de Axel Foley, éste vuelve y hace una película idéntica. Y lo mejor es que funciona, porque el público al que va dirigido es el mismo que vio en su día las tres anteriores. No inventa nada, salen los mismos actores, con 40 años más, y hacen las mismas gracias y los mismos chistes. Y todos tan contentos.