domingo, 15 de octubre de 2006

Sitges 2006 (parte 1 - Introducción)

Creo no equivocarme si conjeturo que muchos de vosotros echábais en falta esas maravillosas y estupendas críticas cinematográficas que tan buenos ratos no han hecho pasar...

Bueno, esta semana que termina hoy ha sido el Festiva de cine Fantástico y de Animación de Sitges, en su edición tropocientos, cosa que estoy seguro todos teníais muy presente, como buenos amantes del género (femenino) que sois. Pues resulta que además, para más inri, este año dicho festival estaba dedicado a homenajerar la ilustre persona de David Lynch, célebre director de cine y dueño de una churrería en Móstoles, con la premiere de su última película "Inland Empire" y su propia presencia para tal evento. Ante esto, también hay que decir que no todos los festivales de cine tienen el mismo "caché", y, ni mucho menos, el mismo"glamú", y como comentábamos ayer de camino al cine, este es un festival de frikis, además frikis chungos en su mayoría que, en las madrugadas de Sitges, mientras dura el festival, convierten el pueblo en un ir y venir de camisetas de "Psicosis", "Naranjas mecánicas", "Dragonballes" y "Noches de muertos vivientes", y claro, ante tal despliegue de greñudos obesos, repeinaos sabelotodos de la vida y obra de Woody Allen, Tim Burton o Lou Ferrigno (por ejemplo), los nativos del lugar se quedan en sus casas y no salen a la calle en los 10 días que dura el festival, dejándo su humilde villorrio en las zarpas de los depravados frikis heterosexuales.

En fin, que me desvío, lo que venía a decir es que Sitges, por mucho que se empeñen, no es Cannes, ni Venecia, ni Sundance, e incluso, siguiendo en un nivel internacional, tienen más proyección las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy que el susodicho, como todos hemos podido comprobar recientemente. El caso es que se el señor Lynch, no se si por imponderables de su otro trabajo, o porque, tras ser vapuleado por la crítica en el Festival de Venecia, se puso de morros, cogió sus "deuvedés" y se volvió a Malibú. La cuestión es que todavía están esperándole en Sitges a él y a sus "deuvedés", y es que ni haciendo un cartel en su honor, una campaña promocional del nuevo Seat León titulada "Carretera Encontrada", la presentación en España de sus dos únicas películas inéditas en DVD (aquí), "Fuego camina conmigo" y "Carretera Perdida" en sendas ediciones especiales y veinticinco mil maratones nocturos de "Twin Peaks+Lost Highway+Pretty as a Picture+Pepi, Luci, Bon y otras chicas del montón" han logrado que girara la cara hacia estas latitudes para decir "...mmmm ¿no tenía algún recao yo por allí??" Y es que lo del "glamú" hace mucho y no, Sitges no tiene "glamú".


Lynch aún no ha explicado porqué se perdió su estupendo homenaje...

Total, que aún sin estreno de "Inland Empire", ni presencia de Lynch, nos fuímos el sábado de la semana pasada Lord Lowis, Lady Lowis, Armelita y yo a ver qué se cocía y a comprobar en persona eso del "glamú" del cine. Después de aparcar, comernos unos bocadillos de lomo con pimientos morrones y pasear hasta el Hotel Sitges Meliá, nos pusimos en la segunda esquina de la tercera carpa de la cola para entrar, y es que claro, en ningún festival de cine que se precie venden entradas numeradas, tras media hora de cola conseguimos entrar en el auditorio y nos esparcimos (literalmente) entre los escasos asientos que quedaban vaciós, al poco se apagaron las luces y comenzó la sesión, "Scanner Darkly" en pantalla y aplausos de los asistentes. ¡Dick es Dios y Spinrad su profeta! como dice el Sr. Fogg.

Jones.

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