Requiescat in Pace

...o mejor dicho, ¡El Rey a muerto, viva el Rey!

El caso es que, Mr. Fogg cumplió su amenaza fantasma y, como Peggy Sue, se casó. Y de gala, oiga, que esas cosas ya no se ven todos los días, con tanto progre y tanta boda por lo civil y todo eso...

Bueno, para no parecer cualquier reportero afeminado de programa de sobremesa barato, me limitaré a decir que la boda estuvo muy bien, que todo el mundo mu guapo y algunos incluso resignados, que por ir, si no fue la mitad de la población de San Vicente a felicitar a la novia, no fue nadie (cómo se nota que es de pueblo ;p) que por ir, fueron hasta mis abuelos, y eso que viven en Madrid. Hubo acribillamiento de arroz, como marca la tradición y se echó en falta algún puñado de garbanzos o pistachos, de esos que hacen sangre, pero por lo demás bien (mención aparte el momento en el que Mr. Fogg es "protegido" por su señora ¿falta de hombría? ¿miedo? ¿Fase terminal del amariconamiento que le persigue desde hace varios años? Nunca se sabrá, pero ha quedado registrado que es lo que importa). El coche, de época, pero de la época franquista, no se si con segundas o fue sólo casualidad (mmm habrá internet en China??) pero muy bonito y negro, por supuesto, elegancia y sobriedad ante todo. La ceremonia, cortita, lo que, al menos para mí, se agradeció. Fue amena y hubo varias intervenciones (discretas y sentimentaloides, como debe ser) por parte de los más allegados a los novios.

Dicho esto y acabadas las felicitaciones a las puertas de la iglesia, ante el estupor de la concurrencia, y como no nos quedaba tiempo ni para un Coca-Cola en el bar de enfrente, nos fuimos raudos a Lo De Die, donde lo primero que nos encontramos al llegar fue un luminoso gigante hecho con bombillas que rezaba algo que soy incapaz de reproducir, pero que también ha quedado registrado. Copa y ágape en los jardines, tertulia y espera, fotos de los modelitos etc, etc... Vamos el gorroneo justificado de cada boda. Empiezan las disquisiciones sobre qué hacer con el regalo estrella de la noche. Al poco llegan los novios en el coche del Caudillo y previas fotitos en los jardines (con velitas), nos invitan a entrar en el comedor para la segunda fase de la ceremonia española, el papeo.

Tras algunas miradas inquietas a la disposición de las mesas el alivio, no tenemos al malvado Doctor Opticota al lado (del cual sabemos que en breve aparecerá como personaje especial en el Mario Kart) nos sentamos y empiezan los nevios porque el plan "A" para el regalo estrella de la noche ha fallado!! ¡No partirán la tarta nupcial! ¿Qué aberración es esta? ¡Tanta tradición y no cortarán tarta! ¡A la mierda! Bueno, pues eso, que nos esperaremos al postre y se hará lo que se pueda...

La comida, sinceramente, bastante bien, ensaladita, carpaccio, sorbete de helado "Tiburón", ensalada de atún ;) y un suculento solomillo con patatamen, una alegría para mí que ningún plato tuviera marisco, me los habría podido comer todos de no ser porque dadas mis ausencias conspiradoras con las mesas de al lado, los "eficientes" camareros me dejaron sin sorbete y casi casi sin solomillo.

Bueno, llegó el momento del postre, y como no vimos momento mejor, pues hicimos entrega de ese pedazo de espada española (made in toledo) envuelta en su vaina de cuero de oveja cordado por LordLowis, el semielfo que dice Ni! Misión cumplida, aplausos, vítores, gorgeos y de vuelta a nuestros sitios a jugar con la espadita antes de que otro "eficiente" camarero se la llevara antes de que alguien resultara herido o mutilado, que luego esas cosas tienen muy mal curar.

Finalizados los postres y tras la entrega de los tradicionales regalitos post mort... digoo post cena, salimos del comedor para bajar al Dungeon que había bajo éste. Opertura de baile iniciática-sectaria-churrigueresca (qué decepción, yo creía que sería al son de Roberto Carlos), pero con ese toque marcial que caracteriza los bailes con uniforme militar. Inmediatamente después, lo normal de todas y cada una de las bodas, el infierno en forma de DJ. Pasodobles, sevillanas, chumba-chumba, Bisbaladas y demás negligencias musicales, finalmente la cordura volvió de la mano de LOS DIOSES, y después peticiones especiales de SINIESTRO, los MAIDEN, QUEEN, y unos pocos más. Sinceramente, después de los 2 pasodobles y 3 sevillanas para el sector más obsoleto de la concurrencia, hubiera esado bien que el DJ se hubiera ahorcado o cortado las venas con cualquiera de las herramientas de labranza oxidadas que colgaban de las paredes, o que se le hubiera caido la cabeza de "jabalín" encima, o símplemente que se hubiera ido a morir por ahí en soledad y silencio, y se hubiera limitado a poner los CDs que el mismo Sr. Fogg se había preocupado de grabar, en fin...

A eso de las 3 ó 4 empezaron a sucederse las ausencias, mucho antes había sido el Ligre, ya que la Ligresa había acudido a la bodo haciendo acopio de todas sus furzas, pues estaba bastante malita, después el malvado Doctor Maldedades prácticamente huyó y también Kaco y T. que no aguantaron para ver el segundo pase de LOS DIOSES. Ya rondando las 5 de la mañana y como decía nuestro querido DJ Don Miguel, besitos abrazos y mordiscos en los brazos, nos subimos al bólido del Makinita y nos deslizamos casi si n tocar el suelo hasta nuestras respectivas moradas a dormir (por fin) y como dijo Hamlet, tal vez soñar.


EPÍLOGO

Actualmente el Sr. Fogg y señora sobreviven como soldados de fortuna de Cantón en Cantón, realizando trabajillos de poca monta entre los vastos arrozales a la orilla del Yang-Tse, si usted tiene algún problema, y se los encuentra, quizá pueda contratarlos!

PD. Ya iré añadiendo fotos a medida que las vaya consiguiendo...


Jones.