
Si te dijeran que hay una isla "paradisíaca" a la que durante unos años, cada pocos días, se llevan a un empanado/a -que no sabe ni lo que es un semáforo en rojo- del que no se vuelve a saber, inmediatamente pensarías en Ibiza. Como en Estados Unidos no tienen un igual -quizá Hawaii, pero está demasiado lejos- pensarán que debe ser algo del futuro, y como tal, digno de hacer una película.
Pero entonces nos encontramos con el siguiente problema (a los ojos del productor estándar yankie). ¿Cómo hacemos eso rentable con nuestro público, tan exigente él?
Pues la respuesta es muy sencilla. Cogemos un libro, un best-seller, por supuesto, lo modificamos un poquito para no pagar derechos de autor. Seleccionamos un puñado de películas que ya hayan demostrado su rentabilidad anteriormente y cogemos un trocito de aquí, otro de allá... Lo batimos todo con la batidora especial marca "Michael Bay®" y lo aderezamos con buenos efectos especiales y visuales. Por último, llamamos a Ana Rosa Quintana para que nos haga el guión, las correcciones oportunas del libro y los giros inesperados de la trama, con esto ya está lista para satisfacer al más exigente norteamericano.
Bien, ahora vamos al tema. El libro se llama
Cromosoma 6, de Robin Cook. El concepto es idéntico, con la salvedad de que en el Best-Seller, los huéspedes de órganos no son sino bonobos, la especie de primate más parecida genéticamente al hombre (Que alguien me corrija si me equivoco). El resto es igual, clientes millonarios, instalaciones tecnológicamente abusivas y secretas, selvas y ejércitos particulares. Como en el libro de Cook, los bonobos no pueden contar la historia, el punto de vista se invierte, siendo una periodista, o algo así -ya no me acuerdo de los detalles del libro, por suerte- la que se infiltra desde fuera hacia dentro.
En la película de Bay, a pesar de que, por los diálogos y la trama, resulta evidente que iba a ser protagonizada también por bonobos, supongo que por temas de presupuesto al final optaron por "actores" humanos, y de paso la contaban desde dentro hacia fuera.
Ya tenemos a Ana Rosa ocupada con la adaptación del libro, ahora nos vamos al video-club y nos alquilamos
Blade Runner,
La vida de Brian y un par más... ya tenemos plan para la noche.
Cogemos de
Blade Runner la moralina necesaria para que los actores puedan poner cara de circunstancia, incluso hacemos copiar-pegar en algunos diálogos (Eldon Tyrell-Roy Batty). De
La vida de Brian cogemos la persecución de Brian por los romanos entre la ciudad, la retocamos un poco y ya tenemos la persecución por Los Ángeles correspondiente. Se echa en falta, en esta última, la aparición del extraterrestre y la consecuente escaramuza con otras naves alienígenas (con la correspondiente hilaridad), pero estoy seguro de que el director la tuvo en cuenta desde el principio y no aparece en la pantalla, probablemente por algún fallo en post-producción. (Habrá que esperar al DVD con el montaje del director).
¡Qué más puedo añadir! Explosiones, destrucción -por cierto, si en vuestro trabajo tenéis aire acondicionado, no se os ocurra pararlo o destruiréis la empresa, os lo advierto- ...sigo, caídas casi ofensivas, más explosiones, más destrucción, pistolas, camiones, deportivos, motos, helicópteros, ametralladoras, subfusiles, en fín, los escuadrones de la muerte con licencia para matar etc, etc... ¡Ah, y todo esto ha sido patrocinado por: Puma, Microsoft, Chevrolet, Aquafina, Calvin Klein, Nokia, supongo que Armalite o Heckler & Koch y alguna más que me olvido. Me imagino que por eso no ponen muchos anuncios antes de la película.
Como resumen diré que la película, si no te haces preguntas, es entretenida (mpfff) como lo podría llegar a ser estar dos horas mirando la entrada de un hormiguero. Personalmente creo que es mejor hacerte preguntas, así, por lo menos, te puedes reir a carcajadas y estás dos horas divertido.
Jones.
P.D. En el sorteo virtual de los pasajes a La Isla, se echa de menos a Joaquín Prat y a Primitivo.